domingo, 23 de junio de 2019

Estambul #2

Qué bien hemos descansado. Lo necesitábamos. Un día intenso nos espera por delante.

Lo primero, desayunar. ¿Sabias que la comida más importante para los turcos /estambulitas es el desayuno? Nosotros no lo sabíamos y al prepara el viaje leímos que hay hasta locales especializados. Por muchas zonas de la ciudad (las menos turísticas) traemos referencias de algunos de los supuestos mejores locales, al menos los mejores valorados por la gente que vive en la Ciudad. Hoy tocaba el Khave 6, en la zona de Cihangir. Su patio interior, una joya, pero su variedad de desayuno... uhmmmm. Al final, se trata de hacerte un brunch, con especialidades locales: quesos, ensaladas, salsas, mermeladas, panes, tortillas, tés o cafés, etc.



Estamos alojados junto a la famosa Torre Galata, un faro para moverte por la Ciudad.
Muy cerca, y entre tanta cuesta, las curiosas escaleras de Kamondo.

La ciudad de los gatos deberían llamar a Estambul... vaya felicidad que transmiten...



Hemos dirigido nuestros pasos hasta Taksim, para empezar con calma el recorrido y, porque no, hacer algo de shopping. 





Varias paradas por el camino, para visitar algunos pasajes o galerías, así como callejuelas llenas de restaurantes esperando que sea la hora de comer...




En este viaje, queremos adentrarnos en otras zonas o mini-barrios o calles especiales, que no son objeto de deseo del turismo de masas; pero que sí que atraen a a gente local. Alguno  de esos ejemplos y que están por esta zona de Beyoglu, son la calle francesa, una colorida y estrecha calle peatonal configurada en pendiente y con mucho colorido floral. 

También, Justo a la vuelta, Cukur Cuma, donde los anticuarios conviven con las tiendas de diseño y donde todavía es posible encontrar casas de madera muy antiguas. Aquí hemos hecho una parada técnica en una mitad bar, mitad anticuario.






La última de las calles dignas de mencionar es Serdar-I-Ekrem. Pequeña calle empedrada y una de las calles comerciales más cool de Estambul. Sin marcas de renombre, solo diseñadores locales. 



Hace mucho calor, y casi no tenemos hambre tras el desayuno que nos hemos metido, así que optamos por comprar algo de fruta y verdura y  retirarnos al alojamiento a comer y dejar que pase este calorazo. 

Horas más tarde, hemos bajado a la zona de Karakoy, que delimita Beyoglu con el Bósforo. Hay un par de calles paralelas que son un sinfín de chiringuitos, bares, restaurantes, puestos al aire libre... donde la gente se agolpa, aunque a nosotros nos parece quizás demasiado pronto para estar ya cenando... estas calles son Munhane y Kemankes. 






Y, cómo no, siempre te encuentras con numerosas mezquitas en el camino (de hecho, Estambul es la ciudad con mayor número de mezquitas por número de habitantes)....


Saliendo de esta zona, ya teníamos ganas de saludar al Bósforo. Y es desde Karakoy dirección Galata donde lo hemos podido hacer. Imponente siempre los pescadores echando sus cañas sobre el puente...  las vistas de toda la ciudad...






Para terminar el día, teníamos una cena reservada desde hace semanas. Nos apetecía darnos un homenaje, sin razón, porque ‘nosotros lo valemos’ que decía un anuncio... Hoy cenamos en Neolokal, uno de los, según los entendidos, mejores restaurantes de la ciudad hoy en día. Cocina con toques modernos  pero con productos de la tierra; y siempre referenciando los platos a la cocina de las madres. El restaurante se encuentra en la terraza del centro cultural y de arte moderno SALT. A la hora de hacer la reserva, una pequeña mentirijilla diciendo que se trataba de una ocasión especial, que celebrábamos nuestro aniversario (por unos días...) ...con la intención de que nos pusieran junto a la ventana. Y no ha sido así... porque la cena era al aire libre y nos han ubicado en el mejor sitio posible, en primera fila, con unas vistas del Cuerno de Oro, y la zona de Sultanahmet, con la Mezquita de Suleyman y la Torre de la Universidad Bezayit. Sin palabras.







La opción que sugieren es un menú degustación, y por ella nos hemos decantado. Gran despliegue de platos con sabores tan característicos de la cocina turca, algunos ya conocidos, otros no tanto. Un mundo de sabores, aromas y, en definitiva un gran disfrute. Ah, y un gran descubrimiento este vino tinto turco...












Seguiremos informando. 

7 comentarios:

  1. Como os lo montais, pareja! Da gusto seguiros y veros disfrutar con todo, lo sencillo y lo que no lo es tanto.

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    1. Pero, ¿tú cómo te enteras de todo? La verdad es que no hemos visto ni rastro de colegios electorales, etc. Sí que la ciudad estaba con carteles y banderitas, pero no le habíamos dado mayor importancia.

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  3. Hola chicos,
    En esa terraza la comida sabe mejor¡¡ Qué buena pinta todo¡¡
    Tenemos que volver a Estambul para descubrir como vosotros sitios nuevos. Pasarlo bien¡¡
    Besitos

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    1. Todo el mundo debería conocer esta ciudad, o volver a ella cuantas veces haga falta para descubrir todos sus detalles... que en una ciudad de 16 millones de habitantes, son unos cuantos.

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  4. Los fuegos artificiales eran en vuestro honor?

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